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ANODOS PARA PROTECCION CATODICA

 

La corrosión de estructuras metálicas enterradas o sumergidas representa un riesgo técnico, económico y ambiental significativo en sistemas como tanques de almacenamiento de GLP, gasoductos y poliductos.

Para mitigar este fenómeno electroquímico, una de las soluciones más efectivas y utilizadas a nivel mundial es la protección catódica mediante ánodos de sacrificio, siendo el ánodo de magnesio de alto potencial de 9 libras una opción ideal para este fin.

 

1. Protección eficaz contra la corrosión

El magnesio es uno de los metales más reactivos dentro de la serie galvánica, lo que lo convierte en un excelente ánodo de sacrificio frente a aceros al carbono u otros metales utilizados en infraestructuras de gas y agua.

Su alto potencial electroquímico (aproximadamente -1.7 V respecto al electrodo de cobre-sulfato de cobre) permite que ceda electrones de manera constante al metal a proteger, frenando así su oxidación y prolongando su vida útil.

 

2. Ideal para suelos de resistividad media a alta

Los ánodos de magnesio de 9 libras, por su tamaño y composición, generan una corriente de protección adecuada incluso en suelos con alta resistividad, donde otros materiales podrían no ser efectivos. Esto es especialmente importante en zonas rurales o de baja conductividad natural del terreno, como ocurre frecuentemente en trazas de gasoductos o instalaciones aisladas.

 

 

3. Aplicaciones específicas

 

• Tanques de GLP enterrados: Estos tanques son altamente susceptibles a la corrosión en su zona externa. El uso de ánodos de magnesio garantiza una protección continua sin necesidad de fuentes externas de energía.

 

• Gasoductos y poliductos: Distribuidos en largas extensiones, requieren protección catódica distribuida para evitar corrosión localizada. Los ánodos de 9 libras permiten una instalación sencilla y efectiva en distintos tramos.

 

 

4. Ánodos de magnesio en barras

• Termotanques de acero esmaltado: En ambientes acuosos, como los de los termotanques, los ánodos de barra de magnesio se instalan en el interior del tanque y protegen el acero frente a la acción corrosiva del agua caliente, evitando perforaciones prematuras y manteniendo la calidad del agua.

5. Solución pasiva, económica y confiable

A diferencia de los sistemas de corriente impresa, los ánodos de magnesio no requieren alimentación eléctrica externa, lo que reduce la complejidad del mantenimiento y los costos operativos. Además, su instalación es simple y su rendimiento es predecible y medible.

 

 

Conclusión:

El uso de ánodos de magnesio BERGER, es una medida técnica y económicamente sustentable para proteger estructuras metálicas enterradas y sumergidas, asegurando su integridad estructural y prolongando su vida útil. Ya sea en el ámbito del gas, petróleo o agua caliente sanitaria, representan una solución probada, duradera y fundamental en cualquier plan de protección catódica eficiente.